Queda protegido el derecho humano a la lactancia materna, mediante políticas de prevención, sensibilización y eliminación de toda conducta discriminatoria: Fabiola Loya Hernández




Por ley queda protegido el derecho humano de niñas, niños y madres de familia a la lactancia materna, mediante políticas de prevención, sensibilización y eliminación de toda conducta discriminatoria en su contra: Fabiola Loya Hernández


¿Por qué ser madre es enfrentar discriminación?

Lastimosamente, la decisión de ser madre en México es indirectamente castigada. Sólo 4 de cada 10 mexicanas tienen o buscan tener un trabajo, dado que su principal obstáculo para conseguirlo, es que deben dedicarse a las labores del hogar y del cuidado.

Además, este trabajo no remunerado que realizan 24 horas de los 7 días de la semana, tampoco es reconocido pese a representar casi la cuarta parte de la economía nacional, y sumado a esto, al día de hoy la maternidad sigue siendo una razón para despedir injustificadamente a una mujer de su lugar de trabajo. 

No siendo suficiente todas estas desigualdades, en lo que va de esta administración se han eliminado programas con incidencia en la calidad de vida de las madres, sobre todo para las jefas de familia que hoy son el único sostén de más de 9 millones de hogares en nuestro país.

La maternidad en México implica una serie de desigualdades que afectan a las mexicanas de diversas maneras: la sobrecarga de actividades en el hogar, la violencia intrafamiliar y la precarización salarial que no les garantizan los ingresos necesarios.

¿Cómo se ha institucionalizado la violencia contra las madres?

Con la eliminación de estancias infantiles y escuelas de tiempo completo, se les niegan oportunidades de desarrollo para ellas y sus familias. Resulta inconcebible que en pleno 2020, las madres mexicanas también sean discriminadas por una acción tan natural como es alimentar a sus hijas y a sus hijos en lugares públicos. 

Es un absurdo, dado que la lactancia materna es vital para la salud materno-infantil y es considerado por las y los especialistas la forma más eficaz de asegurar la supervivencia infantil, así como de reducir el riesgo de desarrollar cáncer de mama y cervicouterino.

La Organización Mundial de la Salud recomienda la lactancia exclusivamente durante los primeros seis meses de vida y, continuar con la misma hasta los dos años de edad. A la vez, pide alimentar a las y los lactantes entre 8 y 12 veces al día, según lo demanden. 

Por ello, resulta necesario garantizar las condiciones necesarias a las madres mexicanas para alimentar a hijas e hijos en donde sea que estos lo requieran, con la plena seguridad de que no sufrirá ningún tipo de discriminación.

Como legisladoras y legisladores tenemos la obligación de evitar que se sigan dando casos como el de aquella madre que corrieron de un museo en la Ciudad de México al ejercer este derecho. ¿Acaso las madres de los recién nacidos no tienen derecho a la recreación? O se piensa que por tener que alimentarles deben estar confinadas en sus hogares durante los meses de lactancia. La respuesta es un NO contundente.

Reconozco el apoyo del pleno de la Cámara de Diputadas y Diputados para garantizar este derecho, segura que lo hacemos con la convicción de contribuir al fortalecimiento de los derechos de las madres y los lactantes, contribuyendo a erradicar los resabios de las conductas machistas que durante tanto tiempo han permeado en nuestra sociedad, y permitiendo con ello que las mexicanas ejerzan con justicia su maternidad.